Antes de disfrazarme me paré a pensar como realmente es Cenicienta. Cenicienta es una humilde chica, honesta, trabajadora, encerrada en un mundo ensoñador, con miedo a fracasar en la vida, con baja autoestima. Esta es la imagen que tengo yo de Cenicienta.
En el final de esta historia, Cenicienta hace sus sueños realidad. Aparece con un bonito vestido azul resplandeciente que enamora al instante al guapo príncipe, pero… ¿esta es la verdadera Cenicienta?
Mi disfraz es de Cenicienta pordiosera, como su nombre lo dice, cubierta de ceniza. Mi vestimenta es cómoda y sencilla. Así es como caracterizo a esta dulce chica. La ropa refleja las diferentes formas en que la sociedad considera al individuo, así como la forma en que cada individuo se ve a sí mismo. La ropa que vestimos transmite mucha información sobre nosotros, nuestra identidad y aspiraciones.
Que importa el aspecto que tenga cada uno, la belleza está en el interior.
En el final de esta historia, Cenicienta hace sus sueños realidad. Aparece con un bonito vestido azul resplandeciente que enamora al instante al guapo príncipe, pero… ¿esta es la verdadera Cenicienta?
Mi disfraz es de Cenicienta pordiosera, como su nombre lo dice, cubierta de ceniza. Mi vestimenta es cómoda y sencilla. Así es como caracterizo a esta dulce chica. La ropa refleja las diferentes formas en que la sociedad considera al individuo, así como la forma en que cada individuo se ve a sí mismo. La ropa que vestimos transmite mucha información sobre nosotros, nuestra identidad y aspiraciones.
Que importa el aspecto que tenga cada uno, la belleza está en el interior.
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